CAMARAS Y LENTES
Anteriormente hemos hablado del primer cinematógrafo, el primer invento que hizo despegar a la industria del cine y la base del elemento principal para el rodaje; La cámara de cine.
La cámara de cine es un tipo de cámara fotográfica que toma una secuencia de fotografías en rápida sucesión en una película fotográfica o film.
Actualmente existen múltiples tipos de cámaras, como por ejemplo la cámara de cine digital, que minimiza los costes de producción además de dar nitidez y claridad a la imagen.
El funcionamiento básico de la cámara se basa en recoger la luz de la escena, enfocándola y dirigiéndola sobre la emulsión, que es una fina capa sensible a la luz apoyada sobre un soporte hecho normalmente de cristal, celulosa o poliéster. La cámara graba durante el tiempo de exposición, durante el cual está abierto el obturador, un dispositivo necesario en todas las cámaras que controla el tiempo durante el que llega la luz.
Las cámaras además tienen un sistema de arrastre mecánico accionado por un motor que se adapta a las perforaciones de la emulsión. Este complejo sistema sirve para controlar totalmente el obturador.
Estos elementos se encuentran protegidos en el interior de un recipiente de material opaco y herméticamente cerrado junto con el negativo de la película y un visor a través del cual podremos ver la imagen que estamos grabando.
Al igual que el ojo humano, las cámaras tienen un límite en cuanto a la percepción de imágenes, la única diferencia es que este límite, lo decidimos nosotros. Toda la superficie que filma la cámara se denomina cuadro o ratio y hace referencia a la relación entre el alto y el ancho del plano. Hay muchas posibilidades dentro del formato del cuadro, pero el más frecuente es el 1,33:1 (Equivalente a 4:3 en televisión), que viene a querer decir que la película tiene una relación de 1,33 de ancho por 1 de alto.
Un elemento vital y muy influyente en el funcionamiento de la cámara cinematográfica son las lentes, también denominadas en su conjunto objetivo. Este dispositivo que contiene un conjunto de lentes convergentes y divergentes es el encargado de controlar la luz que llega a la cámara y por consiguiente, la emulsión. Para poder captar la imagen de cualquier objeto a cualquier distancia, las cámaras constan de un anillo rotatorio que ajusta la presencia del objetivo en la cámara acercándolo y alejándolo de ésta para así tomar imágenes con mayor nitidez.
La longitud focal es la distancia a la que se encuentra el objetivo de la cámara y está determinada por una serie de variables como el ángulo de toma de objetivos o la cantidad de luz que recibe la cámara.
Los objetivos de longitud focal corta se llaman angulares y comúnmente son los de 18mm y los de 25mm
Los objetivos de longitud focal larga son los teleobjetivos, que serían los de la serie 50mm, 75mm y 100mm hasta aún mayores.
En cuanto a los objetivos normales, se denominan objetivos focales fijos y son aquellos que se aproximan a las características del ojo humano, que dependiendo del formato de película son entre los 32mm y los 50mm.
Además de los distintos tipos de objetivos de longitud focal, también tenemos el zoom, cuyos objetivos avanzan y retroceden variando la longitud focal. Se les reconoce por su relación de longitud y con frecuencia van de 20/100mm o de 25/250mm, con lo que se dispone de un juego de ópticas muy amplio que abarca los tres tipos de objetivos vistos anteriormente.
Dependiendo de cómo se obtenga la imagen, las ópticas pueden ser esféricas o anamórficas.
Esféricas: Obtienen una imagen en el negativo proporcional a la escena real.
Anamórfica: Comprimen la imagen utilizando el mismo ancho de emulsión, que es 35mm, produciendo así un estrechamiento de las imágenes que al ser proyectadas han de pasar de nuevo por este tipo de lentes para restaurar las proporciones. Según el tipo de lente anamórfica, se pueden obtener formatos de 2:1, 2,35:1, 2,55:1 o incluso 2,66:1
BIBIOGRAFÍA
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